Es domingo.
Resaca.
No mucho.
Un paracetamol 500 lo arregla.
Pablo-Ramon, ha venido a vernos, y ahora mismo ronca en el cochon de invitados, a un metro de mi.
No quiero hacer mucho ruido, asi que pienso. Y me poco a repasar los ultimos meses, sobretodo en el curro, que me tiene absorbido. Pienso en el demasiadas horas al dia, incluso al dormir.
Estaba haciendo unos experimentos muy chulos, alla por Julio, con buenas expectativas, pero tuvimos que desmontar el laboratorio por obras y mudarme al grande con el resto de mis compañeros. Llegue de vacaciones y hasta que pude poner en marcha de nuevo mi equipo tarde como mes y medio, por falta de espacio y demas historias. Fue aburrido, muchas horas en internet, sabiendo que en cualquier momento habria que acelerar porque las cosas estaban por hacer y nuevos aparatos por llegar. Es bastante desesperante querer y no poder, dia tras dia, leyendo un articulo, mirando el reloj cada cinco minutos, vuelta a la red, a por un cafe. Me sacaba de esa rutina el laboratorio de tercero y cuarto de carrera en el que doy clases, o apoyo, o como se quiera llamar. Me tuve que poner bien las pilas para entender primero y explicar despues los experimentos a los estudiantes.
Y llego lo inevitable. Como Ben-Hur en las galeras, de repente el tipo al mando dice, boga de avante, y al Patxi se le empieza a acumular la tarea. El equipo queda instalado y alineado, pero tenemos claro que es francamente mejorable, asi que lo primero que tengo que hacer es buscar los nuevos elementos. Rastreo empresas de optica de diversos tipos, pido presupuestos y hago pedidos. Me tengo que pelear por email y por telefono, con diferentes partes del mundo, y lo peor, tambien con la espesisima burocracia de la universidad. Grumosa diria yo.
Mi experimento se dividira en dos, con lo cual tiene dos montajes, el segundo de los cuales es un pedazo de maquina de medio kilo de euros, con caracteristicas bastante especialitas, que requiren precision y mas pedidos de elementos opticos. Es el momento en que mi jefe dice sin decir, boga de combate. Patxi empieza a hacer mas de cincuenta horas a la semana, pasando de la mejora de un montaje a poner en marcha el segundo tinglado. Con prisas, claro, porque cuando traigan el pedazo de maquina tiene que estar todo listo. Ademas al llegar a casa intento mejorar mi portugues que es malo de cojones. No se ni pedir una cuchara.
Unos cuantos experimentos son lo suficientemente interesantes como para que mi jefe me diga que los acabe lo antes posible y me lance a escribir un articulo. Es ahi cuando sube el ritmo a modo de boga de ataque. Como loco doce horas al dia en la uni, mezclando laboratorio y continuando el trabajo de pedidos, llamadas y mails, me falta tiempo para leer articulos y libros que me ayudarian, y sigo con las clases a tercero y cuarto.
Y un dia por casualidad en internet veo que un tipos en USA han publicado lo mismo que estoy haciendo yo, hace solo un mes y medio. Y digo, se acabo la guerra por ahora, guardemos los remos. Voy al despacho de mi jefe, le cuento mi jodido hallazgo, un poco bajo de moral.
Pero que va, el tio se anima, dice que no hay problema, que podemos llevar el experimento mas alla, que podemos hacer esto y aquello, usando eso, asi y asa. Total que salgo con una lista de cosas que intentar en el laboratorio larga de pelotas que multiplica por dos todas mis tareas anteriores.
Y lo peor es que me mete presion. Quiere que en un congreso en Alemana a finales de febrero de yo una charla. Y le digo, que no sabemos que resultados van a salir. Me contesta que escriba un abstract poco preciso y deje cosas en el aire, lo suficientemente interesante como para que la gente vaya, pero sin poner nada especifico.
Me voy del despacho con la sensacion de que todavia remo en boga de ataque.
Entro a las ocho de media y salgo a las ocho de media. Necesito vacaciones. Empiezo a contar los dias que me quedan hasta el 20 de diciembre. Llevo sin tocar el portugues como un mes. Sigo sin saber pedir una cuchara.
Y en esas estamos, experimentos por un lado y montando por otro. Los experimentos salen bien, lo cual es cojonudo pero abre aun mas el campo a hacer mas cosas en los dos proximos meses. Son alegrias agobiantes.
Pero es que la investigacion es asi, semana de nada, sin resultados, y al tran tran, y semanas de demasiado. Como una onda, picos y valles.
Lo demas abandonado. Duermo poco, curro, voy a casa, ceno y a dormir. Los fines de semana catatonico pero de vez en cuando me vienen a la cabeza cosas que hacer el lunes cuando llegue al laboratorio o alguna duda teorica que mirar en un libro. Son sabados y domingos de comidita rica, ver algo de rugby, el Athletic, forzarme a tomar una pinta por ahi,y estar con Emi lo mas posible. Eso si, en tres semanas, primero Madrid y luego Brasil.
Luego llegara lo definitivo, la boga de ariete.
Un beso.
