El fuego de Olimpia alumbra desde anoche el cielo de
Londres.
Y el cielo del mundo
Con su luz alimenta de buenas intenciones el alma de
la humanidad y el respeto entre pueblos y culturas.
… como la ONU
Hermana a los diferentes y los diferentes se miran a
la cara sin diferencias.
… como el protocolo de Kioto o el partido anual entre
los amigos de Ronaldo y Zidane.
Somos sensibles a la alegría y la belleza, y la
ceremonia lo fue y mucho.
Me ha puesto los pelos de punta el Hey Jude de McCartney,
los miles de atletas desfilando en armonía, los niños y el fuego, Mike Oldfield
(tengo de fondo a todo volumen Man in the Rain), el tributo a los medallistas
de ayer (que lindos viejitos), la llama en forma de flor, el mas grande Mohamed
Ali (que angustia el Parkinson presente en el que “picaba como una abeja y
volaba como una mariposa”), Mary Poppins bajando del cielo, los aros olímpicos naciendo
de la fragua… Realmente ha sido espectacular
El virus humano se ha dado su homenaje y nos hemos
dejado impregnar de él. Yo mismo me he untado el cuerpo de factor cincuenta de
amor al prójimo.
Perdón la burrada oídos sensibles, pero yo anoche me
hubiera dejado follar por David Beckham. Que guapo el hijoputa con ese traje
bajando el Támesis en la lancha de James Bond. ¡Parecía esculpido por los
mismos dioses!
Hablando de follar. ¡Lo de la villa olímpica es el
mejor invento de la historia!
Cariño, me voy a ganar medallas a los juegos olímpicos.
Es que la federación de tal me ha visto posibilidades y me paga quince días en una
urbanización para diez mil jovencitos y bandejas de condones, “sírvase usted
mismo”.
Bueno, si lo dice la federación de tal, vale, vete,
pero tráeme una camiseta que ponga Mind the Gap.
En serio, que los medallistas serán cuatro y el resto
hace lo que puede. Y si me ponen de vecina a una jugadora de vóley playa
brasileña y a una nadadora australiana, dejo a Phelps con asma, a Bolt sin
sonrisa y le hago a Lebron una mate in your face.
Volviendo al tema. La ceremonia. Esa sensación de que me están vendiendo
la burra; el sistema manipula, nos convierte en unos simplistas de la hostia,
nos embauca con su capacidad para crear belleza y este show me aborrega que te
cagas. Pero ya lo decía el otro día que yo compro sistema porque si no me ahogo
(por lo menos de vez en cuando). Y si lo hacen tan bien como ayer, pues dos
tazas de mierda con sabor a fresa.
Esto último no es cinismo ni ironía. No pasa nada si sabemos donde estamos y vemos que el paraíso es en realidad un lodazal repugnante. No puedo estar en lucha siempre (de hecho casi nunca, pero bueno) y si el día es duro, largo y doloroso, hace un calor de mil demonios, si pierdo el culo por hacer todo lo que tengo que hacer, el tren no viene, si la visa echa humo y la espalda me esta matando, ¿qué cojones hago? Llego a casa, me quedo en gayumbos, palomitas, cervecita, el mando, Beckham, la llama y la momia de la reina conservada en ginebra (esta sucesión nunca llego a pasar porque la ceremonia la he visto a trozos esta mañana, el día no fue tan duro, el tren llego a su hora y yo me deje liar hasta las tres de la mañana)
Esto último no es cinismo ni ironía. No pasa nada si sabemos donde estamos y vemos que el paraíso es en realidad un lodazal repugnante. No puedo estar en lucha siempre (de hecho casi nunca, pero bueno) y si el día es duro, largo y doloroso, hace un calor de mil demonios, si pierdo el culo por hacer todo lo que tengo que hacer, el tren no viene, si la visa echa humo y la espalda me esta matando, ¿qué cojones hago? Llego a casa, me quedo en gayumbos, palomitas, cervecita, el mando, Beckham, la llama y la momia de la reina conservada en ginebra (esta sucesión nunca llego a pasar porque la ceremonia la he visto a trozos esta mañana, el día no fue tan duro, el tren llego a su hora y yo me deje liar hasta las tres de la mañana)
Lo más enternecedor de la ceremonia, los soldados británicos
izando la Union Jack. Como en Springfield Road en los 70 y tantas otras veces.