Sensaciones.
Este verano es como la feria que llega al pueblo cada año con el típico puesto
de tiro al pato con escopeta. Cada día pruebas, fallas, te fastidia, pierdes y
te vas. Al día siguiente vuelves y fallas de nuevo, te desesperas previo paso a
la obsesión, quedan menos días y menos balas. Otro vez más y más de lo mismo,
angustia, el señor y su puestito se irán y con el tu fracaso. En casa, de
noche, alejado de la feria, esperando la oportunidad del día siguiente, coges
un poco de fuerza y optimismo pero basado en la desesperación de saberse inútil,
mal tirador, y cuando vuelves y lo intentas hasta el patito parece ya más
pequeño y escurridizo, no como las primeras veces que parecía decir, estoy aquí,
dame y llévate el premio.
Aeropuertos, sitios extraños, distancia, evaluarse,
volver de nuevo y otra vez cagarla.
Se acabara el verano, los feriantes cerraran
la temporada, para siempre, y los aeropuertos serán otra vez fríos y grandes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario