SEIS HORAS DESPUES DE 1961DIAS

Las ultimas. Mis ultimas seis horas en Dublin, despues de 1961 dias y mil millones de momentos. No voy a decir nombres. Tremenda injusticia. Pero a los que me acompañaron, desde la persona que llego conmigo y que se fue, los de antes, mi madrina, la persona que me acompaño casi dos años, los de despues, los que quedan y los que quedaran. Sobre todo, mas que nada, los que quedaran, que son muchos. En mi imperfecto corazon aburrido de cagarla. Para siempre.
Magicos, maravillosos, este post va sobre personas aunque no las nombre.
Porque Dublin, te das cuenta, son personas.
Con lagrimas, muchas hoy. En mi rincon, a la luz de mi lampara, en mi soledad, en mi atico. Donde se ha cocido una gran parte de lo mio en Dublin, el desarrollo personal tan valioso, mis formas de vivir y las que vendran gracias a esta, los hechos (tantos), en la soledad, en la compañia querida y en la que no, en la autoestima, en la crisis, en la pereza, en la mierda y en el cielo.
Pero este post va sobre personas, y lo que agradezco, mucho, es por todo lo que he aprendido de todos, incluso de las personas que pasaron como pasa lo mas frivolo, una pinta o el sexo sin nombre. Mas aun de las que quiero y querre, y de las que quise especialmente aunque ahora sea de otra manera (una de ellas ahora es mi mejor amiga, tambien gracias a Dublin, no se si ella lo sabe, lo hablaremos estos dias en Madrid).
Y la cantidad de recuerdos, la cantidad de personas que pasan por mi cabeza como si fuera un desfile.No puedo dormir, mi vuelo sale en seis horas. Amigos y amigas, todos guapos de cualquier manera, de esas que se graban en forma de gesto, de foto, para siempre (otra vez). Y no hay nada que lo impida. ¡Son mis recuerdos y mi tesoro hostia!.
Risas y mas risas, momentos jodidos (alguno no ha pasado pero pasara, porque ahora hay otras perspectivas y retos), falta de huevos, rutinas nocivas, rutinas muy sanas (la amistad inesperada), llorar porque me alejo y os quiero, que cojones, a todos los que de una u otra manera contribuisteis, la mierda que durmio conmigo, el hijoputa en me converti y que me enseño las malas artes, que tambien hay que aprender, los caminos de todos los dias, mis capuccinos, las ilusion y sueños frustrados, aprender de mis mil caras (alguna se la mostre a quien menos queria pero ya no importa, casi solo queda un aprendizaje para siempre), la experiencia, el valor de las cosas, lo relativo de la vida de un don nadie, las miradas, desde las sencillas, dolidas, ansiosas, viciosas, hasta las de cariño, borrachas, divertidas o canivales.
Todos y todas, los mas cercanos, os quiero mucho. Lloro porque me alejo de vosotros. Pero es para buscar algo. Buscar algo mejor en mi.