martes, julio 03, 2012

San Petersburgo, mencion aparte



Ya se, ya se, Patxi es un exagerado con todo, no te creas ni la mitad, teatrero, bla, bla, bla... Cuando mencionaba las cosas que son todavía muy comunistas en San Petersburgo, probablemente el sentir del lector era de, no será para tanto. Pues veréis,  he visitado el otro laboratorio del grupo y al llegar a la edificio, tachannnnn, la hoz y el martillo. Como es debido si señor.  En la foto se puede ver que no es precisamente pequeña, ni esta ni de coña en un sitio discreto. Enorme y en el puto centro, para que vean de donde venimos y no tener puta idea de adonde vamos (eso ni los de aquí ni tampoco los de allá).

Empecemos por el principio. Los edificios del Institutos son, siendo suaves, lúgubres y muy antiguos. Hablando entre nosotros, dan miedo. Eso si, como todo aquí, funcional de cojones. Pocas ventanas, corredores larguísimos con puertas todas iguales una detrás de otra muy juntas (me equivoco siempre de despacho)  todo iluminado con fluorescentes, pasillos, despachos, laboratorios, baños decadentes. Bueno no, los baños no. Son más modernos. No meas en un pozo negro ni cagas en una letrina. Son meaderos típicos de pared y váteres normales.  La pintura de la pared es a trozos cuando no esta empapelado de flores (¡el baño esta alicatado!) y por los muebles de épocas variadas y remotas sacarían una pasta en un mercadillo de antigüedades. Demasiado heavy para un europeíto que cuando se le ha roto algo siempre le han comprado la nueva  versión.
Es decir, que lo digo en plan halago y admiración hacia esta gente que se han buscado las habichuelas de una forma admirable. El laboratorio que he visitado tenia un equipo que no voy a explicar, pero que consiste en miles de válvulas y tubos interconectados, fuentes de alimentación, dispositivos electrónicos, equipos de ultra alto vacío, ordenadores varios, sistemas de medida superprecisos. ¡Y todo hecho a mano! Desde una pequeña placa electrónica (las tenia por docenas) hasta el ensamblaje general. ¡Brutal! Y como dije el otro día trabajan de diez u once a las seis o siete. Es genial.


Hablando de baños, cambia uno de país, y por tanto de costumbres alimentaria, de horarios y rutinas, de agua, y hala, a cagar blandito. Sin motivo aparente. Como la comida normal de aquí, se puede beber del grifo, mi consumo de birra ha disminuido mucho, pero no hay manera. Desde el segundo día, los garbanzos con hilo. Me informare si la consistencia de la mierda de la población rusa es esta.

El tema cervezas, o de cubatas mas bien. Uno se siente gilipollas cuando, estando en casa, en BCN, en Madrid, en Dublín (joder, o soy rico o un apátrida), se levanta después de una noche de farra, abre la cartera y ve que se ha gastado ochenta euros. ¿Pero cuando yo saque la tarjeta? Y tal.
Uno es mucho mas gilipollas si sabiendo que la moneda esta devaluada, se levanta al día siguiente, mira el monedero, y con dolor de cabeza se pone a calcular cuanto son 3500 rublos. ¡Hostia puta! Claro, tú estabas ahí, tan a gustito que diría la canción y a tomar por culo, ¿que son 500, que son 1000, que son 1500 rublos? Nada, una miseria. Hasta que tu yo sensato y resacoso hace la cuenta y ves el tremendo error. ¿Pero Rusia no era tan barata? Entonces buscando motivos para ser optimista, te das cuenta de que no te has traído ibuprofenos/mano de santo. Y te cagas en dios.

Una peli de espías. O yo estoy fatal o esta gente habla de mí. El ya no tan entrañable abuelo Sokolov le ha pasado la bibliografía que le di a un postdoc para que la entienda, que el como jefe esta muy liado. El chaval me ha venido con una lista de preguntas interminables, pero que sonaban a que en serio quieren colaborar y me querrían aquí (yo creo que mi jefe va a decir que que se busquen a otra puta que esta mía). No me esta sonando tan mal lo de pasar un par de meses en San Petersburgo.
Fuera de coña, estoy a gusto. Tengo tiempo para mí como hace mucho que no tenía. O por lo menos un tipo de tiempo bastante sano por estar alejado de la rutina. El Angulo y la distancia son claves, dicen. Leo, escribo y muchas mas pequeñas cosas que casi se me habían olvidado. E importantes enfoques de uno mismo.  Puede que escriba de esta forma… no se como decirlo, irónica-depresiva. Pero este exilio forzado corto viene, como dicen por ahí, de perlas.
Con lo cual, mi ritmo aquí es mucho menor que el que llevo en casa. Al mismo ritmo aprendo ruso. Spashiba es gracias, Dobroye utro es buenos días, Sgushchenoye moloko es leche condensada.

Actualizacion- Mi jefe esta dispuesto a compartir a su puta. ¡Tengo miedo!

No hay comentarios: