Ya se,
ya se, Patxi es un exagerado con todo, no te creas ni la mitad, teatrero, bla,
bla, bla... Cuando mencionaba las cosas que son todavía muy comunistas en San
Petersburgo, probablemente el sentir del lector era de, no será para tanto. Pues
veréis, he visitado el otro laboratorio
del grupo y al llegar a la edificio, tachannnnn, la hoz y el martillo. Como es
debido si señor. En la foto se puede ver
que no es precisamente pequeña, ni esta ni de coña en un sitio discreto. Enorme
y en el puto centro, para que vean de donde venimos y no tener puta idea de
adonde vamos (eso ni los de aquí ni tampoco los de allá).
Empecemos
por el principio. Los edificios del Institutos son, siendo suaves, lúgubres y
muy antiguos. Hablando entre nosotros, dan miedo. Eso si, como todo aquí,
funcional de cojones. Pocas ventanas, corredores larguísimos con puertas todas
iguales una detrás de otra muy juntas (me equivoco siempre de despacho) todo iluminado con fluorescentes, pasillos,
despachos, laboratorios, baños decadentes. Bueno no, los baños no. Son más
modernos. No meas en un pozo negro ni cagas en una letrina. Son meaderos
típicos de pared y váteres normales. La
pintura de la pared es a trozos cuando no esta empapelado de flores (¡el baño
esta alicatado!) y por los muebles de épocas variadas y remotas sacarían una
pasta en un mercadillo de antigüedades. Demasiado heavy para un europeíto que
cuando se le ha roto algo siempre le han comprado la nueva versión.
Es
decir, que lo digo en plan halago y admiración hacia esta gente que se han
buscado las habichuelas de una forma admirable. El laboratorio que he visitado
tenia un equipo que no voy a explicar, pero que consiste en miles de válvulas y
tubos interconectados, fuentes de alimentación, dispositivos electrónicos,
equipos de ultra alto vacío, ordenadores varios, sistemas de medida superprecisos.
¡Y todo hecho a mano! Desde una pequeña placa electrónica (las tenia por
docenas) hasta el ensamblaje general. ¡Brutal! Y como dije el otro día trabajan
de diez u once a las seis o siete. Es genial.
Hablando
de baños, cambia uno de país, y por tanto de costumbres alimentaria, de
horarios y rutinas, de agua, y hala, a cagar blandito. Sin motivo aparente.
Como la comida normal de aquí, se puede beber del grifo, mi consumo de birra ha
disminuido mucho, pero no hay manera. Desde el segundo día, los garbanzos con
hilo. Me informare si la consistencia de la mierda de la población rusa es
esta.
El tema cervezas, o de cubatas mas bien. Uno se siente gilipollas cuando, estando en
casa, en BCN, en Madrid, en Dublín (joder, o soy rico o un apátrida), se
levanta después de una noche de farra, abre la cartera y ve que se ha gastado
ochenta euros. ¿Pero cuando yo saque la tarjeta? Y tal.
Uno es mucho
mas gilipollas si sabiendo que la moneda esta devaluada, se levanta al día
siguiente, mira el monedero, y con dolor de cabeza se pone a calcular cuanto
son 3500 rublos. ¡Hostia puta! Claro, tú estabas ahí, tan a gustito que diría
la canción y a tomar por culo, ¿que son 500, que son 1000, que son 1500 rublos?
Nada, una miseria. Hasta que tu yo sensato y resacoso hace la cuenta y ves el
tremendo error. ¿Pero Rusia no era tan barata? Entonces buscando motivos para
ser optimista, te das cuenta de que no te has traído ibuprofenos/mano de santo.
Y te cagas en dios.
Una
peli de espías. O yo estoy fatal o esta gente habla de mí. El ya no tan
entrañable abuelo Sokolov le ha pasado la bibliografía que le di a un postdoc
para que la entienda, que el como jefe esta muy liado. El chaval me ha venido
con una lista de preguntas interminables, pero que sonaban a que en serio
quieren colaborar y me querrían aquí (yo creo que mi jefe va a decir que que se
busquen a otra puta que esta mía). No me esta sonando tan mal lo de pasar un
par de meses en San Petersburgo.
Fuera
de coña, estoy a gusto. Tengo tiempo para mí como hace mucho que no tenía. O
por lo menos un tipo de tiempo bastante sano por estar alejado de la rutina. El
Angulo y la distancia son claves, dicen. Leo, escribo y muchas mas pequeñas
cosas que casi se me habían olvidado. E importantes enfoques de uno mismo. Puede que escriba de esta forma… no se como
decirlo, irónica-depresiva. Pero este exilio forzado corto viene, como dicen
por ahí, de perlas.
Con lo
cual, mi ritmo aquí es mucho menor que el que llevo en casa. Al mismo ritmo
aprendo ruso. Spashiba es gracias, Dobroye utro es buenos días, Sgushchenoye
moloko es leche condensada.
Actualizacion-
Mi jefe esta dispuesto a compartir a su puta. ¡Tengo miedo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario