OSLO.

Lo dicho en el post anterior. Que pasote de ciudad para pasar una temporadita. Han sido tres dias de descojono en descojono. No hemos parado de reir hasta doler la tripa. Y la risoterapia es cojonudisima. Bueno, a las fotos.
Ximo, el de delante, y Raul, o Pajares y Esteso, en el museo Vikingo.

Tomando una pintilla en el ultimo tugurio abierto un domingo por la noche en una ciudad en la que descansan casi todos el dia del señor.

Si coincides por casualidad con algo tan raro para nosotros como los saltos de esqui, no te lo puedes perder. Doy fe que el saltador sale en la foto. Quien lo encuentre, premio para el caballero.
Impresionante el monolito que preside el parque Vigeland. Son mas de cien figuras superpuestas. Y el parque entero esta lleno de esculturas humanas del todo expresivas. Es un precioso remanso de paz.
Medio muertos en el camino de vuelta.