lunes, octubre 09, 2006

LA PESTE

de Albert Camus, coño, que no cunda el pánico.
Lei en mi étapa de instituto-colegio, El extranjero, de este mismo autor, premio nobel de literatura en 1957, y aun hoy recuerdo como me marco la novela y la personalidad del protagonista, un sujeto indiferente ante los sucesos que se le presentan, entre ellos el asesinato. Ante tanta desidia y tedio que muestra este personaje sobre la existencia humana, el lector, o sea yo, se siente repugnado por su falta de valores. Pero la novela es monumental, grandiosa, una reflexión magistral sobre la existencia del hombre.
Pues casi quince años despues, me he aventurado, al principio con reservas, a leer otra de sus obras cumbres, La Peste. Estos titubeos se debieron, a que El extranjero me encanto, si, pero me dejo un poso de esos que te dices "hostias, pero que mierda de vida, y encima despues no hay nada", con lo que entré con pies de plomo en la lectura.
Pero la verdad que a poco que llegues a la página veinte, ya te has enganchado. Y esto creo que se debe, no solo a que escriba como Dios, que si, sino tambien a la profundidad de cada uno de los personajes que construye, desde el principal a los mas aparentemente insignificantes. La novela es otra reflexión sobre la existencia humana, en este caso centrada en la situación extrema causada por la epidemia de peste que se desata en Oran, Argelia. Y en estado de anormalidad radical y de muerte con presencia propia, Camus traza un retrato en el que aparecen desde la cobardía a la solidaridad, desde las ganas de vivir en este nuevo panorama, porque se sale de la rutina-vida-fracaso, al pragmatismo y el orden. Una verdadera obra maestra. Los personajes principales Rieux, Tarrou, Grand, Cottard, son fabulosos. Por no parecer mas pedante solo decir que acabas parrafos y dan ganas de parar, sentarse , con un cafe o una pinta , y pensar un buen rato en la reflexión que encierra, y si estas con amiguetes (de ahi lo de las pintas), dedicar una tarde o noche a cualquier aspecto del sentido de la vida que Camus nos propone en cada página. Para no extenderme os dejo tres frases que subraye y me parecen filosofía en si mismas:

"[...] No habia sitio en el corazón de nadie más que para una vieja y tibia esperanza, esa esperanza que impide a los hombres abandonarse a la muerte y que no es más que obstinación por vivir."

"[...] él pensaba que mundo sin amor es un mundo muerto, y que al fin llega un momento en que se cansa uno de la prisión, del trabajo y del valor, y no exige más que el rostro de un ser y el hechizo de la ternura en el corazon."

"[...] Respondía [...] que había siempre una hora del día en la que el hombre es cobarde y que él solo tenía miedo a esa hora."

Otra de las frases que subraye y, he visto en Internet, es clave en el pensamiento de este escritor y filósofo es la siguiente:

"[...] hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio.

En esto no se si estoy tan de acuerdo.
Mi nota: masterpiece, obra fundamental, clave.
Besos, Patxi.

Pd.- Cada vez que leo algo tan bueno, me digo, "¿Donde pollas estaba yo cuando Dios (sic a mi mismo) repartio el talento para escribir?" (pregunta retórica).

Nota.- Acabo de darme cuenta de la sucesión de títulos que tienen mis post: Un comienzo, la bestía, la peste. Joder, que optimista, no?. Es broma.

1 comentario:

Acido_Cinico dijo...

Me alegro de que te haya gustado. Cuando vuelvas a Camus dentro de varios años, te recomiendo Los Justos (teatro), y El mito de Sísifo (quizá su obra cumbre en filosofía).
Respecto al talento, la mejor respuesta que se me ocurre por ahora es lo que dicen en 300 (la novela gráfica): "Los buenos guerreros se hacen, pero a los grandes los crean los dioses" (Dilios hablando de Leónidas)